No suelo adherirme a grupos ni a cosas de las redes sociales, pero hay veces que uno ha de cambiar sus costumbres cuando las sinrazón se apodera de la sociedad, y por eso desde este espacio que es libre y gusta de vivir en un mundo justo, libre y democrático, quiero hacer público mi solidaridad con el Juez Garzón y con los grupos de recuperación de la Memoria Histórica.
No se trata de abrir heridas, sino de cerrarlas. Cerrar heridas de un país que sabe que lo es el dolor y el sufrimiento, que sabe que las luchas fratricidas dejan odios y que la única forma de aplacar los odios es reconocer la verdad y reconocer la dignidad de los que injustamente fueron perseguidos, maltratados y humillados.
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